Cine Retro

Kill Bill Vol.2 : diseccionando el monólogo sobre Superman

Lautaro Olivera
Escrito por Lautaro Olivera

Kill Bill es una obra maestra.

Dirigida por Quentin Tarantino allá por el año 2003, Kill Bill dejaría su marca en la cultura popular con tantos elementos memorables que mencionarlos a todos nos llevaría más tiempo que el que tiene el propio metraje de esta película publicada en dos volúmenes.

Uno de los elementos claves y definitorios de lo que es la película en sí, su espíritu y aquello que retrata a la perfección la búsqueda vengativa de su protagonista Beatrix Kiddo (Uma Thurman), es aquel monólogo de Bill tratando de definirla. El mismo trata sobre la mitología de Superman, presentando un planteo muy original que pasados los años sigue resultando controversial. Este cuestionamiento que recae en la figura del superhéroe primigenio (de él se desprenden como si siguieran su genealogía, todos los demás) podría resumirse en dos preguntas básicas: ¿Clark Kent es la identidad secreta de Superman o Superman es la identidad secreta de Clark Kent? y ¿Con su caracterización de Clark Kent, Superman está estableciendo una fuerte crítica hacia la humanidad?.

Siendo más específicos, podemos observar aquí, el monólogo de Bill en su totalidad:

– Como sabes, me gustan mucho las historietas. Especialmente las de superhéroes. Encuentro la mitología que rodea a los superhéroes fascinante. Por ejemplo, mi favorito. Superman. No es una gran historieta. No está particularmente bien dibujada. Pero la mitología… La mitología no sólo es grandiosa, es única.
– ¿Cuánto tarda esta porquería en hacer efecto?
– Aproximadamente dos minutos. Suficiente para terminar lo que decía. Ahora, un elemento de la mitología del superhéroe es que está el superhéroe y también su alter ego. Batman en realidad es Bruce Wayne, el hombre araña es Peter Parker. Cuando el personaje despierta en las mañanas es Peter Parker. Se tiene que poner un disfraz para convertirse en hombre araña. Y por esa característica no hay alguien como Superman. Superman no se convertía en Superman, Superman nació como Superman. Cuando Superman se despierta, es Superman. Su alter ego es Clark Kent. El traje con la «S» roja y grande es la cobija en la que estaba envuelto cuando los Kent lo encontraron. Ésa era su ropa. Lo que Kent usa, los lentes, el traje de ejecutivo, ése es su disfraz. Es el disfraz que Superman usa para encajar con nosotros. Clark Kent es como Superman nos ve. ¿Y cuáles son las características de Clark Kent? Es débil, inseguro, es un cobarde. Clark Kent es la crítica de Superman para el mundo entero. ¿Algo así como Beatrix Kiddo y la Sra. Tommy Plympton?
– Vaya. Estás llegando al punto.
– Tú hubieras usado el disfraz de Arlene Plympton. Pero naciste como Beatrix Kiddo. Y cada mañana cuando te despiertas seguirás siendo Beatrix Kiddo. Ya puedes quitar la aguja.
– ¿Dices que soy una superhéroe?
– Estoy diciendo que eres una asesina. Naciste siendo una asesina. Siempre lo has sido y siempre lo serás.


La intención de Bill en esta escena es -monólogo y suero de la verdad mediante- lograr que Beatrix acepte cuál es su verdadera naturaleza. Que acepte que si bien tenía motivos como para asesinar a sus ex colegas asesinos y al propio Bill como para ajustar cuentas (el grupo se había encargado de matar a sangre fría a su novio, a sus amigas y de hacerla perder su embarazo, dejándola en coma) en realidad eso le había servido de excusa como para que aflore su propio ser. Ese ser que a pesar de los intentos de taparlo llevando a cabo una vida normal, siempre iba a ser su verdadera esencia. Con sus cínicos métodos Bill logra finalmente que su ex pareja se resigne y tenga que aceptar la verdad.

Ahora bien ¿Cómo queda la figura de Superman a todo esto? Según Bill, se trata de un alien que a diferencia de los demás héroes, utiliza su identidad civil como disfraz. Y que cuando lo hace, deja entrever una gran crítica a la humanidad: «¿Y cuáles son las características de Clark Kent? Es débil, inseguro, es un cobarde. Clark Kent es la crítica de Superman para el mundo entero».    

Veamos ¿esto es tan así?

La mitología básica de Superman nos cuenta la historia sobre un bebé alienigena que es enviado a la tierra por sus padres antes de que su planeta explote. Este bebé fue bautizado por sus padres biológicos como Kal-El. Una vez llegado a la tierra es encontrado y adoptado por “una amable pareja” que lo bautiza como Clark Kent. Descubiertos sus superpoderes decide usarlos para el bien, luchando para conseguir la justicia social. La sociedad lo bautiza como Superman y él acepta esa denominación, usándola como su identidad cuando se pone su disfraz y utiliza sus superpoderes.

Así que como primer dato, no tenemos dos identidades (Clark y Superman) sino que también deberemos tener en cuenta a una tercera: Kal-El. Kal, el alienígena puro que no adoptó ninguna identidad superheroica. Y esto cabe aclararlo porque justamente Superman es un trabajo, una labor que requiere esfuerzo y por supuesto un enorme compromiso. Un compromiso innecesario, altruista, responsable y desinteresado, que no todos asumirían si estuvieran en su lugar. Se trata de una elección ética que lo define.

Ahora bien, si empezamos a hablar de Clark Kent ¿Cuál es la personalidad que éste tiene y esto qué significa?.En primer lugar recordemos que Clark es un chico de campo que se muda a la ciudad. Su “disfraz”, digamos sus anteojos y sus accionares algo torpes, los adopta cuando llega a la ciudad ya decidido a encarnar el rol de Superman y a actuar para que nadie sospeche que ese admirable semi-dios está caminando entre nosotros. Asimismo y con el paso del tiempo, descubriremos que ese torpe hombre en el fondo es muy noble, una muy buena persona, gran periodista y escritor. Cosa que igualmente irán notando solo sus amigos más íntimos, los que se vayan interesando y acercándose a él, como le pasa a cualquiera recién llegado de afuera que empieza a hacer amigos en su trabajo y en su nueva ciudad.

Entonces si teníamos a Kal-El y a Superman, ahora tenemos a Clark Kent, pero a su vez, escindido en dos. Uno es el Clark real, criado por sus padres adoptivos en Smallville, su pueblito natal. Una persona que una vez establecida en la gran ciudad de Metropolis, nos cuesta más llegar a conocer, por las capas de torpeza bajo las cuales se oculta. Estas capas son el disfraz del Clark urbano, aquella forma clásica que define Bill en su monólogo. Así que en principio no tenemos una dualidad entre Clark y Superman, sino que estaríamos hablando de prácticamente 4 facetas distintas, de la misma persona.

Superman es Clark (el chico de Smallville) sumado a Kal. El Clark urbano de anteojos, vendría a ser su disfraz.

Se trata de una muy noble persona que bien interesado y sintiéndose parte de la humanidad que lo adoptó (y le enseñó a ser una buena persona) cumple con el legado de su planeta y padres biológicos, utilizando los poderes de Superman para ayudar a su planeta adoptivo.

Superman es él y se da por la combinación de sus dos facetas: kryptoniano, pero usando sus poderes en la tierra gracias al sol amarillo. El superhéroe necesita el sol de la tierra para tener sus superpoderes o sea que así como siendo puramente humano no los tendría, también siendo puramente kryptoniano tampoco los tendría, si no estuviera radicado en nuestro sistema solar. Es decir: es él pero no sería él sino combinara sus dos facetas. Y pensar que la identidad secreta del tipo es Superman (lo cual también sería tonto porque ni una máscara improvisa), Kent o El, es un error. Todos son él mismo, aunque Superman es la versión superadora y definitiva.

Sí, Clark Kent puede ser un disfraz. Pero al igual que nos puede pasar a nosotros (y el concepto de Superman siempre será representarnos a todos nosotros) es un disfraz para el afuera. Clark se comporta como un nabo cuando uno no lo conoce, pero cuando uno agarra confianza con él, se da cuenta de que es un gran chabón y no tan tarado. Entonces, si existe realmente una identidad secreta para el tipo, esta es la del «Clark Kent para el afuera», el que es tímido, camina encorvado, se tropieza con todo tipo Marley (Alejandro Wiebe) y que en líneas generales, se mueve de manera insegura.

Si Clark se comporta como un nabo para pasar desapercibido es justamente, para estar lo más alejado posible de la sospecha. Si en Smallville era un deportista destacado, ante alguna situación de partido podría llegar a descuidarse y exponerse a la sospecha. En Metropolis hace como que no puede ni coordinar su cuerpo para caminar, lo cual lo aleja de cualquier situación de sospecha. La sobrecompensación es la clave de todo esto. Y para compensar tan desmedida clase de superpoderes, hay que actuar de manera sumamente torpe.

La torpeza de Clark Kent en todo su esplendor, en la brillante All Star Superman

En suma, Bill no habla del Clark Kent que nosotros los lectores y sus seres queridos (los que lo conocían desde Smalville y sus más allegados en el Daily Planet) conocemos de primera línea y cara a cara, sino que habla del Clark Kent que el propio Clark decide mostrar. El Clark Kent que nosotros conocemos nunca será un humano común como nosotros porque con semejantes poderes eso es absolutamente imposible. Y si un humano es humano por sus defectos, Clark para sobrecompensar su potencial de superpoderes, decide ser más humano que todos nosotros, exagerando rasgos en cuanto a defectos y falibilidad. Si nosotros nos tropezamos con una baldosa cada tanto, el se va a tropezar el doble de veces. La palabra clave es sobrecompensación.

La crítica de Bill interpela el amor que Superman tiene hacia la sociedad porque de algún modo introduce la noción de desprecio. Si bien tiene su razón de ser, esto no es linealmente así ya que el Clark torpe y con lentes, no representa su visión sobre la humanidad sino que esta es su visión sobre una humanidad exponencialmente aumentada en cuanto a su vulnerabilidad. Llegado el caso, es una exageración que sólo devela un genuino interés proteccionista ante la vulnerabilidad que él percibe, todos tenemos por el simple hecho de ser humanos. Como ya dijimos, para sobrecompensar que el tipo es más rápido que una bala y más fuerte que una locomotora, su interpretación está estructurada en lo defectuosos que somos como humanos. Pero esta faceta defectuosa no se tendría que referir necesariamente a lo torpes e inseguros que podemos ser como sociedad desde una suposición apoyada en la noción de desprecio en la que seríamos inseguros sin ninguna razón y solo por ser unos miserables.

Esta visión sobre nuestra inseguridad refiere fundamentalmente a que esta está basada en nuestra conciencia sobre nuestra propia mortalidad. El hecho de sabernos vulnerables y estar expuestos a la muerte día a día pudiéndose morir por cualquier tontería o por ejemplo fracturarnos una pierna, por el sólo hecho de tropezarnos con una baldosa floja. Tal conciencia sobre la propia vulnerabilidad explica nuestra cautela a la hora de avanzar como humanidad, nuestra torpeza e inseguridad. Esa es la interpretación que nuestro Hombre De Acero demuestra en su actuación como el Clark urbano vulnerable, adoptando nuestras problemáticas por momentos, de manera exagerada. Esa es la idea general que tiene sobre las problemáticas absurdas que tenemos como humanos en la vida cotidiana ya que en su vida como “humano por adopción” nunca fueron una preocupación para él.

El tipo sobrecompensa basándose en una interpretación de la vida humana como vulnerable e insegura, no tratando de representar al humano común en la figura del Clark Kent público sino a una versión burda y exagerada del mismo, para sobrecompensar el hecho de que él no es nada vulnerable y para que nadie se atreva ni a sospechar de sus habilidades.

Cuando no te alcanza para llegar a fin de mes.

Finalmente yo cuestionaría incluso el planteo de Bill, de que en cuanto a su identidad secreta, Superman es distinto a todos los demás. No creo que sea tan así. En su exposición Bill señala a Peter Parker- Spider-Man y a Bruce Wayne-Batman.

Por ejemplo, no creo que Peter Parker sea Peter y Spider-Man sea una careta que éste se coloca. Creo que Peter es ambos dos y ponerse la máscara,  de hecho, le permite al hombre no ser careta. Es decir, mostrar una confianza en sí mismo inusitada y un catálogo de chistes y tonterías que se permite decir porque el hecho de que nadie sospeche que se trata de el, le da impunidad como para decir estupideces. Peter convertido en Spider-Man es como esa gente que se comporta con una soltura distinta cuando habla por chat de manera virtual y es más bien tímida cuando le toca hablar personalmente.

Lo más atinado en relación al tema de superhéroes y sus identidades secretas, es la utilización del personaje de Night Owl II, en Watchmen. Dan Dreiberg es ambos: hombre y superhéroe. Vestido de civil es tímido, torpe y un añinado geek. Y cuando se pone la máscara es valiente, corajudo, potente (en toda su expresión) y escribe con mucha pasión sobre los búhos en una genial carta que se muestra en uno de los capítulos de la obra escrita por Alan Moore. ¿Es él o la máscara? Inconscientemente se percibe de un modo muy particular en un sueño que tiene, adonde bajo su piel está su traje. Creo que en su caso, en el de Spider-Man, y si me apuran en el de Batman también, ponerse la máscara les da esa impunidad que les permite sacar lo más profundo de su personalidad sin ninguna clase de ataduras sociales (ya que los superhombres están por encima de las leyes de los hombres). En suma, ponerse la máscara les da la libertad de seguir con el curso de sus deseos. Y no hay nada que represente más a la singularidad (el ser “uno mismo”) que el poder permitirse seguir el curso de los propios deseos.

En resumen, el monólogo de Bill es impecable y sus argumentos tienen una coherencia interna lógica y respetable. Lo que sucede es que se queda corto, resulta insuficiente. Lo que intentamos hacer es despejar dudas y sembrar nuevas, simultáneamente. Tratamos de complejizar un poco la idea. Primero, señalando que la personalidad de Superman no está dividida en dos facetas, sino en tres o cuatro. Segundo, que si su interpretación de Clark Kent, representara en algún modo lo que él piensa de la sociedad, esto no mostraría su idea sobre la misma sino una muy exagerada llevada al extremo. Y no estaría signada por otra cosa que no sea su intencionalidad protectora hacia ella y su conciencia y preocupación sobre la vulnerabilidad que tiene la humanidad. Y tercero cuestionando la idea de que la identidad verdadera de un superhéroe sea  o bien la del civil que se levanta a la mañana o bien la del tipo disfrazado que le pega a los villanos de noche. Se trata de una mixtura de ambas y en ciertos casos, los disfraces solo disuelven ataduras sociales que entorpecen nuestro modo diurno de de movernos, cuando caminamos en sociedad.  

¿Clark Kent o Superman? ¡Ambos!

Por Lautaro Olivera

Acerca del autor

Lautaro Olivera

Lautaro Olivera

Licenciado en Psicología (UBA). Alexander Payne, Evangelion, Bojack Horseman y superheroes. Colaborador en las secciones CINE y SERIES en Proyector Fantasma.