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Felices los 4: reseña de The Defenders

Lautaro Olivera
Escrito por Lautaro Olivera

Finalmente y luego de años de espera desde su anuncio allá por el 2015, The Defenders está entre nosotros. Concebida como una suerte de ensamble Avenger de Marvel pero esta vez avocada a la televisión On Demand, la serie protagonizada por Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist, por fin emergió en la pantalla de Netflix. ¿Para qué? Para consagrarse como una serie fluída, lista como para digerir en un fondo blanco de un par de días o un fin de semana largo, sus 8 episodios de duración.

Por fin: toda la carne al asador 

En primer término, es bueno destacar como los Defenders de Marvel logran crear una suerte de upgrade o versión superadora, respecto a las aventuras individuales de los ya nombrados personajes. Tanto la cantidad de episodios (8 en el caso del super grupo, cuando suelen ser entre 13 y 15 en las series de cada uno de ellos) como que estos tengan que dividir el peso del protagonismo entre una cantidad mayor de personajes y sus respectivos secundarios, logra como resultado hacer que todo el ritmo de la serie sea mucho más frenético y vencer de un cimbronazo, el paso a veces cansino que suelen tener el resto de las series de Marvel-Netflix. No sabemos porque se habrán limitado a los 8 episodios pero podríamos suponer que se trata de un tema de agenda entendiendo que debe ser difícil juntar a estas cuatro estrellas en un periodo de tiempo determinado. Sea lo que sea, el condensar todo ayuda a que la trama no cuente con momentos innecesarios, no se vuelva aburrida y que ya desde los primeros episodios, la acción y los momentos shockeantes estén a la orden del día.   

Felices los 4

La trama es muy sencilla e intenta englobar todo lo que se venía desarrollando a lo largo de cada una de las series. La Mano (mafia ninja mística de New York) se ve urgida como para ejercer su dominio con un poder de fuego mayor buscando algo para lo que la figura de Danny Rand es la llave. Elektra, la ex novia de Daredevil, es clave en todo esto. Un caso que llega a la agencia detectivesca de Jessica Jones y una mafia que recluta soldaditos del Harlem de Luke Cage, hacen el resto. Incluso la villana parece autohomenajear a las series individuales, siendo una multimillonaria de gustos refinados que se la pasa comiendo en restaurantes costosos. En esta alianza superheroica, Sigourney Weaver logra ser un contrapunto villanesco que se banca muy bien ante estos cuatro, ponerse del otro lado de la balanza. Elogios para ella por eso. En resumen, se nota que la mayoría de las series individuales se estuvieron alistando para esto.

Y si con otro pasas el rato, vamos a ser feliz, vamos a ser feliz…

“No es mejor que Daredevil”

Es la frase que se escucha habitualmente, ante cada nuevo estreno de estos héroes callejeros neoyorkinos. Siempre es certera, aunque su importancia debe ser relativa. Entendiendo que el resto de estas personitas superpoderosas suele estar relacionadas por varios factores en su versión original en cómics y de que a simple vista en la televisión vemos solamente al diablito utilizar un traje típico de superhéroe, podemos entender que algo no termina de cuadrar para el defensor rojo de Hell’s Kitchen. La serie individual de Daredevil es la mejor de todas, la más desarrollada y la que más material de origen tiene como para explorar. Mientras que las otras parecen por momentos ser súbditas de esta, más bien hechas para preparar el terreno para que el impacto de la reunión de este grupo sea mucho mayor. Entonces, si bien la mayor parte de la trama y ciertos momentos protagonicos clave se apoyan sobre los hombros del vigilante de cuernitos, este parece quedar ciertamente en offside, frente al resto de sus compañeros. Al ser el punto de apoyo parece limitarse a eso, sin poder destacarse en una mejor manera y su inclusión en el equipo de los tipos de civil, parece algo incómoda y forzada. No, The Defenders no es mejor que Daredevil y no intenta serlo. The Defenders es otra cosa que intentando ser más contundente respecto a los golpes de efecto y más divertida en relación a ciertos momentos graciosos intentando explotar la química que se produce entre sus protagonistas, se consagra como otra cosa. Otra cosa que incluso por momentos se parece más a las películas de Marvel en cuanto a liviandad, que a esa suerte de grunge, expresado en las series de Netflix. Más allá de que la violencia propuesta en el programa, sí se asemeje más a lo segundo.

Cuando sos el único de tus amigos que tiene una identidad secreta que proteger

  

Una obsesión por los colores

Un recurso algo obvio pero refrescante, es el de los colores. Rojo, azul, amarillo y verde, en la serie de cada uno de ellos, conglomerados en The Defenders. En las apariciones de «el diablo de Hell’s Kitchen» el rojo siempre está presente en la iluminación o de fondo, mientras que el azul contextualiza todas las escenas de «la chica con mala actitud». Lo mismo sucede con el amarillo en el caso de «el protector de Harlem» y con el verde en el caso del simpático «hippie con OSDE». Todas cosas que pudimos ver en los trailers y  en la intro del programa pero qué, se utilizan de una manera muy atractiva. Nada sutil si además tenemos en cuenta que su villana está enteramente enmarcada en el color blanco. Pero más allá de la falta de sutileza del planteo, no deja de ser muy divertido de ver y más, como esta paleta de colores va progresando a la unificación, a medida que transcurren los episodios y este grupo de desconocidos, empieza a conformarse como un verdadero grupo de superhéroes.

Muestra gratis de la paleta de colores de la serie

En resumen: The Defenders logra su objetivo original. Se consagra como una serie divertida, en donde el impacto se da por poder ver juntos a estos héroes que luego de haber cosechado cierto cariño hacia el espectador en sus títulos individuales, tratan de congeniar entre sí. Traccionados por una trama muy sencilla que propone una crisis que como buena crisis es una oportunidad para el encuentro, logrando cerrar el trato con un golpe seco al mentón, en pos del entretenimiento.

 Por Lautaro Olivera

Acerca del autor

Lautaro Olivera

Lautaro Olivera

Licenciado en Psicología (UBA). Alexander Payne, Evangelion, Bojack Horseman y superheroes. Colaborador en las secciones CINE y SERIES en Proyector Fantasma.