Anoche soñé que volvía a Manderley…
Rebeca (Rebecca) es la primera película estadounidense de Alfred Hitchcock, rodada en Hollywood en el año 1940. Está basada en la novela homónima de la escritora británica Daphne du Maurier –publicada solo un par de años antes, en 1938–; de hecho, al ver el film se puede percibir con facilidad que la temática y la estructura fueron concebidas a partir de una obra literaria de ese género.
Seguramente sea una de las películas que menos definan a Hitchcock como director. En su llegada a Hollywood, Alfred tenía en sus planes rodar una película acerca del Titanic, pero debido al cambio de planes del productor David O’Selznick –con quien Hitchcock ya trabajaba para estas épocas–, finalmente optaron por Rebeca. No obstante, sobre esta última hay que decir que es una película que, de todas formas, Hitchcock quería realizar.
Una joven y humilde dama de compañía (Joan Fontaine) está de viaje en Montecarlo con la señora Van Hopper; ambas se hospedan en un hotel. Allí, la señora Van Hopper busca permanentemente relacionarse con personas distinguidas y adineradas. Es así que entablan relación con el aristócrata inglés, Maximilian de Winter (Laurence Olivier). Al cabo de un par de días, y luego de varias salidas a escondidas, la joven y de Winter se enamoran. Repentinamente, la señora Van Hopper recibe la noticia de que su hija está por casarse, de manera que dispone todo para partir rápidamente hacia Nueva York. En ese momento, el señor de Winter le propone casamiento a la joven para que se quede con él, y ambos se mudan a su nuevo hogar en Inglaterra, una imponente mansión llamada Manderley, donde antes vivía Maximilian con su antigua esposa, Rebeca, quien había muerto por dudosas causas.
El conflicto surge casi de manera inmediata: la joven dama de compañía no se siente a la altura de las circunstancias, y, una vez instalada en Manderley, la sombra de la difunta exesposa de su actual marido parece perseguirla por todas partes. De esa manera, se establecerá una particular relación con el ama de llaves, la señora Danvers (Judith Anderson), de quien la joven buscará permanentemente la aprobación. Una interesante inversión de roles, en la que la dueña de la casa busca por todos los medios la aceptación de la empleada. La angustia de nuestra heroína irá en aumento progresivamente en el transcurso del film. Por otra parte, al final, se realizará una investigación tardía sobre la muerte de Rebeca.
La película surge de una adaptación muy fiel a la obra literaria, lo cual le da una apariencia muy novelesca al producto en su totalidad. A pesar de ser una historia principalmente psicológica, Hitchcock le agrega su importante cuota característica de suspense. En suma, se puede decir que es una gran película. De alguna manera, si a uno le piden que enumere todas las películas de Hitchcock que recuerde, con seguridad Rebeca estará entre las primeras diez. Un aporte verdaderamente significativo es el de la presencia de dos actores tan magníficos como Laurence Olivier y Joan Fontaine –aunque también es de destacar la participación de Judith Anderson–.
La película obtuvo dos Oscar: a la mejor película y a la mejor fotografía en blanco y negro. Además, tuvo otras nueve nominaciones.
Una curiosidad:
A partir del éxito de la película, en España comenzó a denominarse Rebeca al estilo de chaqueta que utiliza la actriz Joan Fontaine a lo largo del film –aunque en realidad Rebeca es la primera esposa, y Joan Fontaine encarna a la segunda–. De hecho, más adelante el término sería incluido en el Diccionario de la Real Academia Española:
Rebeca
(Del n. p. Rebeca, título de un filme de A. Hitchcock, basado en una novela de D. du Maurier, cuya actriz principal usaba prendas de este tipo).
- f. Chaqueta femenina de punto, sin cuello, abrochada por delante, y cuyo primer botón está, por lo general, a la altura de la garganta.
