Estrenos Hollywood

3 razones por las que Carnival Row podría ser una gran serie fantástica (pero no lo es)

Mariana Van der Groef

Game of Thrones terminó en mayo de 2019 y a pesar que el final fue una gran decepción para muchos de sus fanáticos, lo cierto es que dejó un hueco difícil de llenar. Algunas series lo intentaron, pero fallaron estrepitosamente. Después apareció Carnival Row, de Amazon Prime Video, con una premisa más que interesante para cualquier amante de la fantasía.  

La historia tiene lugar en El Burgo, una ciudad de la época victoriana, oscura, lluviosa, llena de barro. En ella viven humanos como nosotros (pero quizás un poquito más xenofóbicos) junto a todo tipo de criaturas míticas: hadas, faunos, centauros. 

Uno de esos humanos es el detective Rycroft Philostrate, alias “Philo” (Orlando Bloom). Philo es un ex soldado curtido en la guerra, un tipo duro a quien, a diferencia de otros detectives, sí le importan las vidas de las hadas y de las otras criaturas no humanas con las que comparten ciudad. 

Al Burgo llega Vignette Stonemoss (Cara Delevingne), un hada que escapa de la guerra de su tierra natal y que aún sufre por la pérdida de su amado Philo, a quien cree muerto. 

Las cosas se tornan un poco oscuras cuando algo empieza a cazar a las hadas de la ciudad y Philo debe descubrir quién es (o, mejor dicho, qué es). 

La verdad es que ver Carnival Row se siente como una oportunidad perdida. Es de esas series que tienen todo para ser geniales (historia, mundo, personajes) pero la ejecución es tan pobre que terminan decepcionando. Sobre todo a esos espectadores que esperaban una serie oscura y fantástica y se encontraron con un romance poco (y nada) interesante.  

Hoy te contamos 3 razones por las que Carnival Row podría haber sido la nueva gran serie de fantasía…pero no lo es.

1. Falta de química

Un poco de romance siempre es bienvenido: que esos personajes que parecen destinados a estar juntos superen todos los obstáculos que les pone la historia y finalmente se enamoren siempre es esperanzador. Pero hay parejas que, lamentablemente, no funcionan porque los actores elegidos para interpretarlas no “pegan”.

No importa lo bellos que sean, ni el amor que les profesamos…si no hay química entre ellos, la pareja no funciona. ¿Qué es la química? Es eso que cuesta mucho definir, pero que cuando se ve, se nota. Y cuando no se ve, se nota aún más. Y en la pareja Philo-Orlando/ Vignette-Cala no la vemos. 

La forma en la que se conocen y se enamoran se siente artificial, los encuentros parecen forzados hasta el punto de dar un poquito de vergüenza y en las peleas falta pasión, tensión, falta ALGO.  Falta ese “je ne sais quoi” que cuando está presente puede hacer de una historia de amor algo increíble. Pero cuando falta…esa misma historia puede ser casi bochornosa.

2. Sobreexplicando con de TODO

Cuando se trata de historias que tienen lugar en mundos diferentes del nuestro, los escritores a veces sienten la necesidad de explicarnos TODO. Y es entendible, la verdad: tratan de ubicarnos rápidamente en el nuevo mundo para poder empezar a narrar su historia. Esto puede funcionar de maravillas cuando estamos leyendo un libro, pero cuando se trata de una serie o de una película siempre es mejor mostrar y no contar.

Carnival Row tiende a explicar absolutamente todo lo que ocurre: lo que ocurrió en el pasado, lo que ocurre en el presente, hasta lo que los personajes sienten o piensan. Explica incluso aquellas cosas que el espectador puede ver con sus propios ojos. 

Esta forma de “sobreexplicación” no sólo subestima la capacidad del espectador para entender lo que los creadores quieren contar, si no que se convierte en una redundancia eterna que aburre.

3. El mundo de las hadas es exactamente igual al de los humanos

Una de las principales razones por las que nos gustan las historias de fantasía son los mundos. Esos mundos creados en la mente de los autores muy distintos del nuestro; mundos que nunca podrían ser reales y que lamentablemente sólo podemos experimentar en libros, series, películas, etc. (o por lo menos hasta que Disney compre a la productora y haga un parque con ellos, claro).

Carnival Row tenía una premisa interesante: un mundo en el que por un lado estaban las hadas, una especie antigua, con sus propias creencias religiosas y organización social; y por el otro los humanos, una especie más “joven”, de seres más rústicos en cuanto a lo espiritual pero avanzados tecnológicamente (sobre todo en maquinaria de guerra, para variar). El mundo que contuviera a estas dos especies debería ser muy distinto al nuestro, ¿no? 

Al parecer, no.

Una cosa que se deja bien en claro en la serie es que las hadas eran una especie antigua que existía mucho antes que los humanos. Entonces…¿el mundo que habitan no debería ser un poco más hada-friendly? Quiero decir, las hadas son muy similares a los humanos, excepto por una gran diferencia: tienen alas. O sea que pueden volar. 

No digo que TODO tiene que estar adaptado para las hadas ya que comparten mundo con humanos y otros seres, pero las ciudades que habitan: no deberían ser un poquito más…¿verticales, tal vez? ¿lugares a los que sólo se pudiera acceder volando? ¿o al menos ciudades que fueran un poco más difíciles de ser transitadas por humanos y otros seres sin alas?

La construcción del mundo es la base de la historia. Y el mundo de Carnival Row es el mismo mundo que conocemos, en el que a veces hay seres que pueden volar.

La verdad es que Carnival Row tenía todo para ser una gran serie de fantasía, pero no logró estar a la altura de las circunstancias. Quizás en la próxima temporada, que tiene previsto su estreno para mediados del 2021, la historia se construya de una manera un poco más interesante.

Por el momento, los amantes de las historias fantásticas tendremos que seguir buscando otra serie que nos ayude a superar a la grandiosa GOT. 

Por Mariana Van der Groef

Acerca del autor

Mariana Van der Groef

Mariana Van der Groef

Periodista, amante de las historias (cuanto más épicas mejor) y ferviente defensora del cine pochoclero