Cine Hollywood

ESPECIAL 75 años de The Joker – Parte 1: Lo mas frágil de la locura

Pablo Sebastián Pons

#JOKER75

LO MAS FRÁGIL DE LA LOCURA

La anécdota, cuasi incomprobable, dice que el Joker fue creado con la intención de durar no más de dos capítulos. Creado en abril de 1940 por Jerry Robinson, Bill Finger, y el creador de Batman, Bob Kane, el Príncipe del Crimen fue ideado como un delincuente de poca monta que moriría apuñalado en el corazón en el Batman #2. Un personaje de relleno. Finger, escritor de la tira por aquellos años, aseguraba que la aparición constante de los mismos personajes haría ver al mejor detective del mundo como un inútil. Finalmente, fue el editor de aquellos años, Whitney Ellsworth, quién decidió darle una oportunidad al Joker, y ver cómo funcionaba en los primeros doce números de Batman. El dato es anecdótico, claro está, pero en la apuesta de Ellsworth radica probablemente una de las mejores decisiones conceptuales, artísticas y económicas (ha aparecido en casi 2000 números) de la historia del comic.

Inspirado por el payaso encarnado por Conrad Veidt en la película El Hombre que Ríe (Paul Leni, 1928), el Joker ha sido a menudo definido como un psicótico con rasgos perversos y, según el comic y la época, características socio-psicópatas. A fuerza de un carisma morboso, ha sabido ganarse el corazón de los amantes del comic y el público en general. Los puristas levantarán la voz y nombrarán malos muy malos como Magneto, Lex Luthor, Thanos, Craneo Rojo, Galactus, y hasta casos con mayor peso moderno como los de El Gobernador (The Walking Dead) y Loki (Thor) como dignos competidores del “titulo” mayor villano de la historia. Lo cierto es que la trascendencia del Joker es indiscutible y  desde su aparición y su posterior afianzamiento con la serie sesentosa de Batman, se ha convertido en casi un pilar de la cultura pop.

Conrad Veidt en El Hombre que Ríe (Paul Leni, 1928)

Conrad Veidt en El Hombre que Ríe (Paul Leni, 1928)

Citando a la tríada dialéctica más pura, Batman representaría la tesis: un héroe enmascarado, traumado por una tragedia temprana que marcaría su vida, y que dedica la misma, desde una posición social privilegiada, al servicio de los demás con un estricto código moral y ético de conducta. Por el otro lado, la antítesis del encapotado es un criminal cuyo único objetivo es sembrar el caos, la anarquía y el desorden sin el menor rasgo de escrúpulos y con códigos que solo buscan el beneficio personal. La síntesis es la relación que los une. “Creo que vos y yo estamos destinado a hacer esto por siempre”, le advierte el Joker de Nolan a Batman en El Caballero Oscuro (The Dark Knight, 2008) y es digno de un análisis psicológico. Batman y el Joker se definen a partir del antagonismo, una suerte de eterno retorno: el Joker comete crímenes, Batman lo encierra en el asilo de Arkham, el Joker escapa y comete un crimen, Batman lo encierra, el Joker se escapa… y así sucesivamente. Esto se muestra explícitamente en La Broma Asesina (Batman: The Killing Joke, 1988), la novela gráfica ideada por el irresistiblemente retorcido mesías del comic moderno, Alan Moore.

Durante estos 75 años de existencia, el Joker ha representado todo lo que Batman no es, y probablemente nunca se acerque a ser. Ha dictado a diestra y siniestra el destino del caballero de la noche y sus ayudantes en numerosas oportunidades de las maneras más sádicas posibles. Si aquellos que “saben” afirman que peor que lastimar a un hombre es meterte con sus seres queridos, el Joker ha hecho de esto su lei motiv. En dos oportunidades, tocó muy de cerca al comisionado Jim Gordon: en el arco argumental auto conclusivo de La Broma Asesina dejó lisiada a Barbara, su hija y décadas más tarde, en Tierra de Nadie (2000),  a Sarah, su esposa. El año ’88 fue el más trágico para Batman en cuanto a desapariciones, para Una Muerte en la Familia el Joker mató a palazos al segundo Robin, Jason Todd. En Injusticia: Dioses Entre Nosotros (2012), el Arlequín del Odio pareció aburrirse de molestar a Batman y decidió meterse con Superman: mediante gas delirante del Espantapájaros, logra que mate a Lois Lane. Si todo esto parece poco, el reboot de los Nuevos 52 de DC trajo a un Joker mucho más sádico y perverso que nunca. En Muerte de la Familia (Batman #17) decide secuestrar a Batman y sus aliados (Nightwing, Robin, Capucha Roja, Batichica, y el Robin Rojo), sentarlos en una mesa, y que la cena principal sean platos ¡con sus propios rostros!

Nuevos 52 – Batman #17: Muerte de la Familia

Basadas en los arquetipos del psiquiatra suizo Carl Jung, diversas teorías contemporáneas sostienen que los superhéroes son mitos del posmodernismo y que la sociedad que los alberga como tales puede ser analizada y definida a partir de estos. La misma instancia de definición reciproca de la identidad: Batman es quien es a partir del Joker, y viceversa. Si los dioses creados a partir de mitos antiguos explicaban los procesos de la naturaleza que por aquel entonces la humanidad no podía entender, los superhéroes contemporáneos encarnan las frustraciones por las promesas incumplidas del modernismo. A partir de esto, es entendible como uno de los antagonistas del llamado arquetipo junguiano de la sombra (Batman) es tan importante en su mitología. Y el Joker es indispensable.

Con un sentido más maquiavélico de la ley y el orden, pero hermanado en el nivel de sociopatía, parece ser otro personaje el único capaz de entender la actitud del Joker: “una vez que te das cuenta el chiste que es todo esto, ser El Comediante es lo único que tiene sentido”, reza Edward Blake en el Watchmen de Alan Moore asumiendo que ambos son producto de un mundo que ya no tiene cura.

Batman-The-Killing-Joke

«Basta con un mal día para que el hombre más cuerdo del mundo enloquezca. A esa distancia está el mundo de mí. A un mal día.» 

Batman: La Broma Asesina (Alan Moore, Brian Bolland, 1988)

Aquí podés leer la segunda parte del especial sobre THE JOKER: Modelo Para Armar (Origenes del Joker)

Por Pablo S. Pons

Acerca del autor

Pablo Sebastián Pons

Pablo Sebastián Pons

Periodista. Colaborador en las secciones Crítica de Cine y Crítica de Series